Redescubro los placeres del auténtico Tri-X con una cámara compacta Contax T2, una delicia de simplicidad y calidad. Se acabó lo de convertir color a blanco y negro, los falsos filtros digitales de simulación, y sobre todo se acabó la eterna duda: ¿la proceso en color o en blanco y negro? Cargas el Tri-X y santas pascuas, ya sabes lo que estás haciendo, ya sabes a qué atenerte.
I rediscover the pleasures of the real Tri-X with a compact Contax T2, a marvellous camera in its simplicity and quality. Over is the pitiful conversion to black and white, the fake digital filters, and above all the eternal doubt: shall I process it in color or black and white? You charge the wonderful Tri-X and that’s all, now you know where you stand and what to expect.