Palermo, como todas las antiquísimas ciudades italianas, arrastra el peso de una historia que a veces se materializa en fantásticas joyas escondidas. Hace unos días asistí a un Simposio de Cartas de Juego Antiguas en la Biblioteca Francescana, y ésta resultó ser uno de esos tesoros escondidos.
As all the ancient Italian towns, Palermo carries the burden of a hisitory that sometimes produces awesome hidden jewels. One of this treasures is the Franciscan Library, the Biblioteca Francescana.
Churches are also an endless source of Christian iconography. Here lies a Santa Dorotea, like a queen in love, in the Chiesa dell’Assunta, via Maqueda.